¿Cuándo y cómo se inventó del Pluviómetro? La historia del Pluviómetro. Información sobre la invención y desarrollo del Pluviómetro.
Historia del Pluviómetro
Midiendo los niveles de lluvia con fines agrícolas, el pluviómetro fue creado por primera vez en 1441 por el rey Sejong de la dinastía Choson coreana. Desafo52rtunadamente para los ciudadanos del reino del rey Sejong, las frecuentes sequías plagaron sus cultivos. Estas sequías crearon problemas con respecto a la recaudación de impuestos, ya que la cantidad de impuestos se basó en la producción de sus granjas.
Debido a esta restricción, el Rey necesitaba una forma confiable de comprender cuántos cultivos podría producir la tierra local y, por lo tanto, cuánto impuesto cobrar. Por lo tanto, el indicador de lluvia se inventó y se usó para medir las cantidades de lluvia y para determinar la cantidad de impuestos que se cobran a cada ciudadano. Inmediatamente después de su invención, cada aldea recibió un pluviómetro oficial para medir los niveles de lluvia locales.
Pasaron casi doscientos años antes de la creación del pluviómetro en Europa. Christopher Wren y Robert Hooke fueron los primeros ingleses en crear un pluviómetro basado en un cubo basculante. Inventado en 1662, este diseño funcionó al canalizar el agua sobre una palanca, que se inclinaría una vez que alcanzara una cantidad preestablecida, y permitiría un cálculo preciso de la cantidad de precipitación.
Usando este modelo, el pluviómetro se usó durante los siguientes cuarenta años para medir las cantidades de lluvia en varios lugares de Gran Bretaña. Dos publicaciones, una 1694 y una 1704, registraron estas medidas. Este registro permitió la primera comprensión de varias cantidades de lluvia entre diferentes áreas geográficas en todo el país y proporcionó la primera base científica para estudiar la precipitación.
Hoy en día, los medidores de lluvia se utilizan constantemente para medir las cantidades de lluvia utilizando un método estandarizado. Sin embargo, no son perfectos y tienen numerosas desventajas, entre ellas su incapacidad para medir con precisión las precipitaciones sólidas como el hielo o la nieve, y la tarea casi imposible de medir la lluvia durante un huracán. Sin embargo, a pesar de estas debilidades, los pluviómetros siguen siendo una herramienta científica importante para calcular la lluvia y comprender los patrones climáticos en todo el mundo.