¿Qué es la disentería? ¿Cuáles son los tipos, síntomas y causas de la disentería? Información sobre la disentería.
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Disentería; es una enfermedad infecciosa caracterizada por frecuentes heces blandas, hemorragia intestinal y, en casos graves, ulceración intestinal. Hay dos tipos principales de disentería, causados por dos tipos diferentes de organismos: bacterias y amebas. La forma bacteriana, o bacilar, es causada casi en su totalidad por bacterias del género Shigella y, en ocasiones, se conoce como “shigelosis”. La forma amebiana, conocida como “disentería amebiana” o “amebiasis”, es causada por la ameba Endamoeba histolytica.
Tanto la forma bacteriana como la amebiana de la disentería generalmente se transmiten a través de alimentos o agua contaminados con materia fecal de personas infectadas. Ambos trastornos pueden ocurrir en forma epidémica cuando las personas se hacinan en áreas pequeñas donde hay malas condiciones sanitarias, y los brotes de disentería son frecuentes en campos de prisioneros de guerra, campos de refugiados, asilos y cuarteles militares insalubres. Un clima tropical favorece la propagación de la enfermedad principalmente debido a la abundancia de insectos que actúan como portadores de los organismos causantes de la enfermedad y, por lo tanto, propagan la infección.
Disentería Bacilar:
La disentería bacilar ha sido conocida por el hombre desde la antigüedad, pero su causa fue desconocida hasta 1898, cuando el médico japonés Kiyoshi Shiga descubrió el organismo causal principal durante un brote de la enfermedad en ese país. Posteriormente, el organismo se denominó Shigella shigae. Durante la Primera Guerra Mundial, los trabajadores de los Estados Unidos y Canadá identificaron formas relacionadas-S. flexneri, S. boydii y S. sonnei.
El período de incubación de la disentería bacteriana oscila entre uno y seis días. El primer síntoma es la producción copiosa de heces acuosas, a veces teñidas de sangre. Otros síntomas tempranos incluyen fiebre, calambres y deshidratación. En etapas avanzadas de la enfermedad, las heces son sanguinolentas y la pared intestinal se ulcera. Si la enfermedad no se trata, pueden desarrollarse diversas complicaciones, como irritación meníngea, conjuntivitis y artritis.
La disentería bacteriana generalmente se trata con tetraciclina, clortetraciclina (Aureomicina), oxitetraciclina (Terramicina) y antibióticos similares. Si el paciente está gravemente deshidratado, se administran líquidos para restablecer el equilibrio de líquidos del cuerpo. En casos raros, pueden ser necesarias transfusiones de sangre para restaurar la sangre perdida.
Disentería amebiana:
Esta forma de disentería es más difícil de tratar que la forma bacteriana porque el organismo causante puede presentarse en dos formas diferentes: una forma móvil y una forma de quiste o en reposo. La forma móvil produce disentería amebiana aguda, con heces acuosas teñidas de sangre, calambres abdominales, fiebre y debilidad. La forma de quiste produce disentería amebiana crónica, con diarrea intermitente y algunas molestias abdominales. La disentería amebiana crónica es más común que la forma aguda y, a veces, los síntomas son tan leves que la persona no se da cuenta de que tiene la enfermedad.
En el tratamiento de la disentería amebiana tanto crónica como aguda, se inyecta el fármaco emetina y se administra por vía oral penicilina o succinilsulfatiazol (sulfasuxidina). Además, el fármaco diyodohidroxiquina (Diodoquin) se administra por vía oral durante unas tres semanas, y luego se puede administrar carbarsona o fumagilina durante los siguientes 10 días. Aunque generalmente se puede lograr una cura completa, pueden ocurrir recaídas y la terapia debe reiniciarse.
