¿Cuáles son las famosas frases, citas de Edmund Halley? Las mejores frases, citas de Edmund Halley sobre la vida, el amor, la motivación, la ciencia
Frases de Edmund Halley
La opinión de Aristóteles … de que los cometas no eran más que vapores sublunares o meteoritos aéreos … prevaleció hasta ahora entre los griegos, que esta parte sublime de la astronomía estaba totalmente olvidada; ya que ninguno podría pensar que valga la pena observar, y dar cuenta de los caminos errantes e inciertos de los vapores que flotan en el Éter.
Edmond Halley
En el año 1456 … se vio a un cometa pasando retrógrado entre la Tierra y el sol … Por lo tanto, me atrevo a aventurarme a predecir que volverá de nuevo en el año 1758.
Edmond Halley
Este espectáculo … es, con mucho, lo que ofrece la astronomía más noble.
Edmond Halley
- Casi ningún problema parecerá más difícil y difícil que el de determinar la distancia entre el Sol y la Tierra muy cerca de la verdad: pero incluso esto … se realizará sin mucho trabajo.
Edmond Halley - Más cerca de los dioses ningún mortal puede acercarse.
Edmond Halley - Este incomparable Autor al que se le ha impuesto por mucho tiempo que aparezca en público, ha dado en este Tratado un ejemplo muy notable de la extensión de los poderes de la Mente; y de inmediato ha demostrado cuáles son los Principios de la Filosofía Natural, y hasta el momento ha derivado de ellos sus consecuencias, que parece haber agotado su Argumento, y que queda poco por hacer por aquellos que lo sucederán.
Edmond Halley
Edmund Halley
Edmond[1] (o Edmund) Halley FRS (8 de noviembre de 1656 – 25 de enero de 1742) fue un astrónomo, geofísico, matemático, meteorólogo y físico inglés. Fue el segundo Astrónomo Real en Gran Bretaña, sucediendo a John Flamsteed en 1720.
Desde un observatorio que construyó en Santa Elena en 1676-1677, Halley catalogó el hemisferio celeste sur y registró un tránsito de Mercurio a través del Sol. Se dio cuenta de que un tránsito similar de Venus podría usarse para determinar las distancias entre la Tierra, Venus y el Sol. A su regreso a Inglaterra, fue nombrado miembro de la Royal Society y, con la ayuda del rey Carlos II, obtuvo una maestría en Oxford.