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Frases de Christopher Columbus
Las riquezas no hacen rico a un hombre, solo lo hacen más ocupado.
He llegado a creer que este es un continente poderoso que hasta ahora era desconocido.
Navegó este día diecinueve leguas, y determinó contar menos que el número real, que la tripulación no se sentiría consternada si el viaje demoraba.
Se paró durante la noche, determinando no anclar hasta la mañana, temiendo encontrarse con los bajíos; Continuamos nuestro curso por la mañana; y como se descubrió que la isla estaba a seis o siete leguas de distancia, y la marea estaba contra nosotros, era mediodía cuando llegamos allí.
Mañana por la mañana, antes de partir, tengo la intención de aterrizar y ver qué se puede encontrar en el vecindario.
Para este propósito, decidí llevar un registro del viaje y anotar puntualmente todo lo que hicimos o vimos día tras día, como aparecerá más adelante.
Creo que hay muchas hierbas y muchos árboles que valen mucho en Europa para los tintes y para los medicamentos; Pero no lo sé, y esto me causa mucha tristeza. Al llegar a esta capa, encontré el olor de los árboles y las flores tan delicioso que parecía la cosa más agradable del mundo.
Encontré que parte de ella hacia San Salvador se extendía de norte a sur cinco leguas, y el otro lado por el que avanzábamos, corría de este a oeste más de diez leguas.
No solicito examinar particularmente todo aquí, lo que de hecho no se podría hacer en cincuenta años, porque mi deseo es hacer todos los descubrimientos posibles y regresar a sus Altezas, si le agrada a nuestro Señor, en abril.
Cada día comprendemos mejor lo que dicen los indios y ellos, de modo que muy a menudo somos inteligibles el uno para el otro.
Sus casas están construidas en forma de carpas, con chimeneas muy altas.
Los indios a bordo dijeron que de allí a Cuba era un viaje en sus canoas de un día y medio; Estas son pequeñas excavaciones sin una vela. Tales son sus canoas. Partí de allí para Cuba, porque según los signos que hicieron los indios de su grandeza y de su oro y sus perlas, pensé que debía ser Cipango.
Pero en verdad, si me encuentro con oro o especias en gran cantidad, me quedaré hasta que recolecte la mayor cantidad posible, y con este fin, procedo únicamente en busca de ellos.
Después de haber despachado una comida, fui a la orilla y no encontré ninguna habitación salvo una sola casa, y eso sin un ocupante; no teníamos dudas de que la gente había huido aterrorizada al acercarnos, ya que la casa estaba completamente amueblada.
Ordené a cada hombre que se le presentara algo, como cuerdas de diez o una docena de cuentas de vidrio cada una, y correas de cuero, todo lo cual estimaban altamente; Los que subieron a bordo que yo dirigí deben ser alimentados con melaza.
Vi a un chico de la tripulación que compraba jabalinas con trozos de platos y vidrios rotos.