¿Cuáles son las famosas frases, citas de A. J. Muste? Las mejores frases, citas de A. J. Muste sobre la vida, el amor, la motivación, la ciencia y más.
Frases de A. J. Muste
No hay forma de paz. La paz es el camino.
La supervivencia de la democracia depende de la renuncia a la violencia y del desarrollo de medios no violentos para combatir el mal y avanzar en el bien.
En un mundo basado en la violencia, uno debe ser revolucionario antes de poder ser pacifista.
Las empresas educativas no permanecen inmunes a la lucha de intereses por el poder que es la característica dominante de la vida social bajo un sistema de clases.
Hay una cierta indolencia en nosotros, un deseo de no ser molestados, que nos tienta a pensar que cuando las cosas están tranquilas, todo está bien. Inconscientemente, tendemos a dar preferencia a la «paz social», aunque sea solo aparente, porque nuestras vidas y posesiones parecen entonces seguras. En realidad, los seres humanos aceptan demasiado fácilmente en malas condiciones; se rebelan muy poco y muy raramente. No hay nada noble acerca de la aquiescencia en una vida abarrotada o la mera sumisión a la fuerza superior.
La guerra no es un accidente. Es el resultado lógico de una determinada forma de vida.
Paradójicamente, la vida vale la pena vivir para aquellos que tienen algo por lo que con gusto abandonarán la vida.
El problema después de una guerra es con el vencedor. Él piensa que acaba de demostrar que la guerra y la violencia pagan. ¿Quién le dará una lección?
Si no puedo amar a Hitler, no puedo amar en absoluto.
En la defensa de las libertades civiles no puede haber excepciones, o pronto habrá muchas.
El problema después de una guerra es el vencedor. Él piensa que acaba de demostrar que la guerra y la violencia pagan. ¿Quién le dará una lección?
Aquellos que pueden obligarse a renunciar a la riqueza, la posición y el poder provenientes de un sistema social basado en la violencia y aferrarse a la codicia, e identificarse de algún modo real con la lucha de las masas hacia la luz, pueden ayudar en cierta medida – más, sin duda, por la vida que por las palabras – para idear una forma más excelente, una técnica de progreso social menos crudo, brutal, costoso y lento de lo que la humanidad ha evolucionado.
La alegría y el crecimiento provienen de seguir nuestros impulsos más profundos, por estúpidos que puedan parecerles a algunos, o peligrosos, y aunque el resultado aparente sea la derrota.
La violencia engendra violencia por cualquiera que la use. La guerra es un negocio sucio y conlleva el uso de medios degradantes, quienquiera que lo pague.
No podemos tener paz si solo nos preocupa la paz. La guerra no es un accidente. Es el resultado lógico de una determinada forma de vida. Si queremos atacar la guerra, tenemos que atacar esa forma de vida.