Descubre cómo las bacterias pueden ser beneficiosas o perjudiciales para la salud y el medio ambiente. Aprende a identificar las bacterias comunes y cómo prevenir las infecciones.
Bacterias: Amigo o Enemigo
Las bacterias nos rodean y la mayoría de las personas solo consideran a estos organismos procarióticos como parásitos causantes de enfermedades. Si bien es cierto que algunas bacterias son responsables de una gran cantidad de enfermedades humanas, otras desempeñan un papel vital en las funciones humanas necesarias, como la digestión.
Las bacterias también hacen posible que ciertos elementos como el carbono, el nitrógeno y el oxígeno se devuelvan a la atmósfera. Estas bacterias aseguran que el ciclo de intercambio químico entre los organismos y su entorno sea continuo. La vida tal como la conocemos no existiría sin las bacterias para descomponer los desechos y los organismos muertos, desempeñando así un papel clave en el flujo de energía en las cadenas alimentarias ambientales.
¿Las bacterias son amigas o enemigas?
La decisión de si las bacterias son amigas o enemigas se vuelve más difícil cuando se consideran los aspectos positivos y negativos de la relación entre humanos y bacterias. Hay tres tipos de relaciones simbióticas en las que los seres humanos y las bacterias coexisten. Los tipos de simbiosis se denominan comensalismo, mutualismo y parasitismo.
Relaciones simbióticas
El comensalismo es una relación que es beneficiosa para las bacterias, pero no ayuda ni daña al huésped. La mayoría de las bacterias comensales residen en superficies epiteliales que entran en contacto con el ambiente externo. Se encuentran comúnmente en la piel, así como en el tracto respiratorio y el tracto gastrointestinal. Las bacterias comensales adquieren nutrientes y un lugar para vivir y crecer de su huésped. En algunos casos, las bacterias comensales pueden volverse patógenas y causar enfermedades, o pueden proporcionar un beneficio para el huésped.
En una relación mutualista, tanto la bacteria como el huésped se benefician. Por ejemplo, hay varios tipos de bacterias que viven en la piel y dentro de la boca, la nariz, la garganta y los intestinos de humanos y animales. Estas bacterias reciben un lugar para vivir y alimentarse mientras evitan que otros microbios dañinos se establezcan. Las bacterias en el sistema digestivo ayudan en el metabolismo de los nutrientes, la producción de vitaminas y el procesamiento de desechos. También ayudan en la respuesta del sistema inmunitario del huésped a las bacterias patógenas. La mayoría de las bacterias que residen dentro de los humanos son mutuas o comensales.
Una relación parasitaria es aquella en la que las bacterias se benefician mientras que el huésped se ve perjudicado. Los parásitos patógenos, que causan enfermedades, lo hacen resistiendo las defensas del huésped y creciendo a expensas del huésped. Estas bacterias producen sustancias tóxicas llamadas endotoxinas y exotoxinas, que son responsables de los síntomas que ocurren con una enfermedad. Las bacterias causantes de enfermedades son responsables de una serie de enfermedades que incluyen meningitis, neumonía, tuberculosis y varios tipos de enfermedades transmitidas por los alimentos.
Bacterias: útiles o perjudiciales?
Cuando se consideran todos los hechos, las bacterias son más útiles que dañinas. Los seres humanos han explotado las bacterias para una amplia variedad de usos. Tales usos incluyen hacer queso y mantequilla, descomponer los desechos en plantas de aguas residuales y desarrollar antibióticos. Los científicos incluso están explorando formas de almacenar datos sobre bacterias. Las bacterias son extremadamente resistentes y algunas son capaces de vivir en los entornos más extremos. Las bacterias han demostrado que pueden sobrevivir sin nosotros, pero no podríamos vivir sin ellas.