Nathanael Dorent y Lily Jencks han creado un hogar contemporáneo en las ruinas de una granja escocesa del siglo XVIII, con el objetivo de honrar la riqueza arquitectónica de esa época.
Estas ruinas de 200 años son ahora parte de una casa totalmente futurista, alimentada por paneles solares. Los numerosos tragaluces de la casa permiten que casi nunca se use electricidad durante el día, incluso en climas nublados.