Descubre los profundos cambios políticos, sociales y económicos entre 1918 y 1939, un período marcado por la crisis económica, el ascenso de ideologías totalitarias y el preludio de la Segunda Guerra Mundial.
El periodo entre las dos guerras mundiales, conocido como el período de entreguerras, fue un tiempo de transformaciones profundas y desafíos significativos en todo el mundo. Durante estos años, entre el final de la Primera Guerra Mundial en 1918 y el inicio de la Segunda Guerra Mundial en 1939, el mundo experimentó importantes cambios políticos, económicos, sociales y culturales que dieron forma al siglo XX. En esta extensa revisión, exploraremos los principales eventos, movimientos y cambios que ocurrieron en esta era tan compleja.
1. Consecuencias de la Primera Guerra Mundial
1.1. El Tratado de Versalles (1919)
El Tratado de Versalles, firmado en 1919, fue uno de los acuerdos más significativos de la historia. Este tratado puso fin oficialmente a la Primera Guerra Mundial, pero sus cláusulas impusieron condiciones extremadamente duras a Alemania. Entre las disposiciones más importantes estaba la obligación de Alemania de aceptar la responsabilidad total por el conflicto, pagar enormes reparaciones de guerra, y ceder territorios significativos. La humillación sentida por muchos alemanes debido a estas condiciones sentó las bases para futuros conflictos.
1.2. Cambios en el mapa de Europa
La Primera Guerra Mundial no solo debilitó a las grandes potencias europeas, sino que también redibujó el mapa de Europa. El Imperio Austrohúngaro y el Imperio Otomano colapsaron, lo que resultó en la creación de nuevos países, como Checoslovaquia, Yugoslavia y Polonia. En Oriente Medio, los antiguos territorios otomanos fueron divididos entre Francia y Gran Bretaña bajo los mandatos de la Liga de las Naciones.
1.3. La Liga de las Naciones
La Liga de las Naciones fue fundada en 1920 como una organización internacional destinada a resolver conflictos entre países y mantener la paz mundial. Aunque tuvo algunos éxitos iniciales, su incapacidad para prevenir la agresión de las potencias fascistas, como Alemania, Italia y Japón, y la negativa de Estados Unidos a unirse, limitaron enormemente su efectividad.
2. Las Revoluciones Políticas y Sociales
2.1. La Revolución Rusa y la Unión Soviética
Uno de los eventos más influyentes del período de entreguerras fue la Revolución Rusa de 1917, que llevó al poder a los bolcheviques bajo el liderazgo de Vladimir Lenin. En 1922, se estableció la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), un estado comunista que jugaría un papel crucial en la política mundial en las próximas décadas. Tras la muerte de Lenin en 1924, Joseph Stalin emergió como el líder supremo de la URSS, implementando políticas radicales de colectivización agrícola y industrialización forzada, que llevaron a hambrunas masivas pero también a la transformación de la economía soviética.
2.2. El auge del fascismo
El fascismo, una ideología autoritaria y ultranacionalista, ganó popularidad en varios países de Europa. En Italia, Benito Mussolini llegó al poder en 1922 y estableció un régimen totalitario que eliminó las libertades democráticas. El fascismo también influyó en otros movimientos, como el nazismo en Alemania.
En 1933, Adolf Hitler, líder del Partido Nacional Socialista Alemán (NSDAP), fue nombrado Canciller de Alemania, y en pocos años estableció una dictadura bajo los principios de la supremacía racial, el antisemitismo y el expansionismo territorial, lo que prepararía el terreno para la Segunda Guerra Mundial.
2.3. El militarismo en Japón
En Asia, Japón experimentó una transformación bajo el liderazgo de figuras militaristas. Desde la década de 1920, los militares japoneses ganaron una influencia creciente sobre el gobierno, lo que culminó en la invasión de Manchuria en 1931 y el establecimiento del estado títere de Manchukuo. Este expansionismo japonés reflejaba su deseo de consolidar una esfera de influencia en Asia Oriental, lo que más tarde los llevaría a enfrentarse a potencias occidentales.
3. La Gran Depresión y sus Consecuencias Globales
3.1. El colapso económico de 1929
La Gran Depresión de 1929 fue uno de los eventos económicos más devastadores de la historia moderna. Comenzó con el colapso del mercado de valores en Estados Unidos, pero pronto sus efectos se sintieron en todo el mundo. El desempleo masivo, la pobreza generalizada y la contracción económica afectaron a casi todas las naciones, llevando a una crisis de legitimidad en muchos gobiernos.
3.2. Impacto en Europa
En Europa, la Gran Depresión profundizó las tensiones políticas y sociales. En Alemania, la crisis económica fue un factor clave que permitió el ascenso de Hitler al poder, ya que muchos alemanes desesperados vieron en él una solución a los problemas del país. En otros países, como Gran Bretaña y Francia, la crisis llevó a la adopción de políticas económicas más intervencionistas.
3.3. El New Deal en Estados Unidos
En Estados Unidos, la respuesta a la Gran Depresión fue el New Deal, un conjunto de reformas económicas y sociales implementadas por el presidente Franklin D. Roosevelt. Estas reformas incluían programas de empleo, regulación bancaria y seguridad social, y tuvieron un impacto duradero en la economía estadounidense.
4. El Ascenso de las Potencias Totalitarias
4.1. El régimen nazi en Alemania
Tras llegar al poder, Hitler consolidó su control sobre Alemania a través de un conjunto de políticas represivas y expansionistas. Bajo el pretexto de revertir el Tratado de Versalles, Hitler comenzó a reconstruir las fuerzas armadas alemanas, violando abiertamente los términos del tratado. En 1938, Alemania anexó Austria y exigió la cesión de los Sudetes en Checoslovaquia, un proceso que culminó en los Acuerdos de Múnich.
4.2. Italia y el expansionismo de Mussolini
Mussolini, por su parte, también buscaba expandir el territorio italiano. En 1935, Italia invadió Etiopía, un acto que fue condenado internacionalmente, pero que demostró la impotencia de la Liga de las Naciones. Esta agresión, junto con la creciente cooperación entre Italia y Alemania, sentó las bases para la creación del Eje Roma-Berlín.
4.3. El expansionismo japonés
En Asia, Japón continuó su política expansionista. Tras la invasión de Manchuria, Japón entró en conflicto con China, lo que culminó en la Segunda Guerra Sino-Japonesa en 1937. Este conflicto devastó gran parte de China y se caracterizó por atroces crímenes de guerra, como la Masacre de Nankín.
5. El Camino a la Segunda Guerra Mundial
5.1. Política de apaciguamiento
Una de las características del período de entreguerras fue la política de apaciguamiento adoptada por las potencias occidentales, especialmente Gran Bretaña y Francia. Temerosos de un nuevo conflicto global, los líderes europeos intentaron evitar la guerra haciendo concesiones a las potencias totalitarias. Este enfoque quedó particularmente claro en los Acuerdos de Múnich de 1938, donde se permitió a Hitler anexar los Sudetes con la promesa de no hacer más demandas territoriales.
5.2. El pacto Ribbentrop-Mólotov
En 1939, el mundo quedó sorprendido cuando Alemania nazi y la URSS firmaron un pacto de no agresión, conocido como el Pacto Ribbentrop-Mólotov. Este acuerdo incluía un protocolo secreto en el que ambas potencias se repartían Polonia y otros territorios en Europa del Este. Este pacto selló el destino de Polonia y preparó el escenario para el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Conclusión
El período entre las dos guerras mundiales fue una era de profunda inestabilidad y cambios. Los tratados de paz incompletos, la Gran Depresión, el ascenso de ideologías totalitarias y el fracaso de la Liga de las Naciones para mantener la paz crearon un ambiente propicio para el estallido de un nuevo conflicto global. Los eventos de estos años no solo definieron el curso del siglo XX, sino que también dejaron lecciones importantes sobre los peligros del nacionalismo, el imperialismo y la política de apaciguamiento.
