Explorando la sorprendente biomasa del desierto: plantas y animales

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Descubre cómo la vida prospera en los desiertos más inhóspitos del mundo, desde cactus y camellos hasta insectos y reptiles adaptados a la sequedad y el calor extremos.

Biomasa del Desierto

La biomasa describe la masa total de materia viva en un área definida. El concepto ayuda a los científicos a categorizar diferentes ecosistemas por productividad biológica. Las zonas con alta biomasa, como un bosque lluvioso, son altas en productividad. En el otro extremo, los ecosistemas del desierto tienen la biomasa más baja de la Tierra, pero eso no significa que los desiertos tengan cero biomasa. Por el contrario, la biomasa del desierto incluye organismos únicos que a menudo no se encuentran en ningún otro lugar de la tierra.

Plantas de crecimiento lento

La mayor proporción de la biomasa del desierto se compone de plantas. Debido al agua limitada del desierto, solo las plantas que requieren poca agua pueden sobrevivir. Más comúnmente, estos toman la forma de cactus. Los cactus se adaptan al medio ambiente del desierto porque retienen el agua durante largos períodos de tiempo. A diferencia de las plantas no desérticas, los cactus crecen extremadamente lentamente y carecen de hojas verdaderas. En cambio, tienen espinas protectoras duras y, con frecuencia, espinas que sobresalen. Esta es una adaptación evolutiva destinada a desalentar a los depredadores herbívoros.

Los roedores y reptiles herbívoros

La segunda mayor proporción de la biomasa del desierto se presenta en forma de pequeños roedores y reptiles. Al igual que sus contrapartes de plantas del desierto, estos animales son muy adecuados para ambientes secos y soleados. Dependen de las plantas, incluidos los cactus, para el alimento, aunque en general comen muy poco. La rata canguro del desierto no bebe. Su única fuente de agua es el agua producida por su propio metabolismo de los alimentos. Los reptiles son de sangre fría, lo que les permite comer poco pero se mantienen calientes bajo el sol del desierto. El chuckwalla es un ejemplo de un reptil herbívoro del desierto.

Reptiles carnívoros y arácnidos

La tercera mayor proporción de la biomasa del desierto son reptiles y arañas carnívoras. En los desiertos más secos, este nivel de vida será el más alto de la cadena alimentaria. Incluye animales como serpientes venenosas roedoras, tarántulas y lagartos comedores de insectos. Al igual que la presa que consume, estos animales tienden a ser de sangre fría y comen relativamente poco. El lagarto de cola de cebra, por ejemplo, come insectos y lagartos más pequeños, y regula la temperatura de su cuerpo mediante la absorción eficiente del calor del sol.

Mamíferos y aves carnívoras

No todos los desiertos del mundo incluirán mamíferos y aves carnívoras en su biomasa. Los desiertos que son extremadamente secos, como el desierto de Atacama, tendrán muy poca vegetación y vida herbívora para proporcionar suficiente alimento a estos depredadores carnívoros. Sin embargo, otros desiertos con más vegetación pueden sustentar una vida tan compleja como los halcones y los coyotes. En general, estas partes de la biomasa serán carroñeros que comen animales ya muertos. Debido a que hay muy poco alimento para que sobrevivan, estos animales complejos forman solo una fracción muy pequeña de la biomasa total del desierto.

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